PUEBLO MIO
Pueblo mío,
ese silencio profundo
en que me sumerjo cada noche,
cada tarde,
yo sé que es tu alma
que envuelve mis sienes,
que abraza mi aliento,
que exprime mis palabras,
entonces mis ojos se pueblan
de tus rostros humildes
y mis venas cobran el pulso
de tu edad de sufrimiento.
De pronto
tu miseria levanta mis brazos
como dos palabras finales
que se alzan desde el pecho
a interrogar al mundo
y la miseria de tus hijos
colgados de tu débil mirada
y refugiados cada día
en los brazos del viento.
Las caídas de tu Esperanza
hasta callar y sangrar en lágrimas,
con sus viejas alas heridas
debatiéndose en el en el suelo.
Tu flaca alegría en ayunas
remendada de lamentos
aguerrida de improperios
hasta desfallecer
en los bordes del trago.
El retorno a tu hogar pobre
de paredes ajenas,
para ponerte frente a frente
de tu comida triste
y de tu mujer acabada
En tu hogar pobre, donde el sol
es una visita breve,
pero donde la noche inmensa
se acomoda toda entera
para envolver en sus brazos fríos
tu sueño de animal cansado.
AUTOR: GUILLERMO MERCADO BARROSO